La temperatura de cuerpo sube a calores insoportables, la sonrisa cambia a un profundo y oscuro perfil serio e inconforme y mil pensamientos recorren la cabeza en tan solo segundos.
Quien no haya vivido momentos frustrantes tras una crítica es alguien realmente fuera de sí. ¡Que difícil se vuelve aceptar las críticas, o peor que eso, saber que se es criticado a espaldas de uno! Duele aunque a veces lo hagan con la mejor de las intenciones.
Pero que decir de los críticos y los criticones. Para mí los criticos son aquellos que conocen ampliamente el medio del cual exponen su crítica y a ellos más que un simple corrector deberíamos considerarlos, mentores, personas a quienes deberiamos admirar mucho.
Pero ¿Los Criticones? los que viven en su burbuja de perfección, que según ellos siempre tiene la razón y que todo lo que los rodea está mal y solo haciendolo de la manera que ellos dicen está bien ¡acch! ¿Hasta que punto deberiamos ser tolerantes con ellos? Aunque no niego que la primera enseñanza que me dejan estos últimos es ¡A no ser como ellos!.
¿Como deberíamos asimilar una crítica? Quizá tomando en cuenta de quien viene, el entorno en que esta y porqué lo dice... ó igual tomar lo mas objetivo de todos y usarlo a nuestro favor.
Por otra parte, quizá el problema con las críticas esté en nosotros. Lo poco humildes y moldeables que seamos, que también está mal.
Deberíamos tener un corazón, neutro, arraigado de Dios para que las críticas de los críticos y críticones sean siempre una vitamina mas a nuestro largo tiempo en la tierra, una vitamina que quiza pocos tengan...
